Tipos de martillos: características y usos del rey del bricolaje

Como es decíamos, el martillo es el rey del bricolaje por excelencia y, saber exactamente para qué sirve cada uno de los tipos de martillos que existen te puede convertir en un experto bricolajero. Así que este post va dedicado a aquellos que andan aún un poco perdidos con los martillos.

Tipos de martillos

Martillo universal o de carpintero

Es uno de los martillos más conocidos y más utilizados. No solo a nivel profesional si no también a nivel casero. El tipo de martillo universal o de carpintero es el clásico para clavar clavos.

Se trata del martillo más empleado gracias a las infinitas prestaciones que nos ofrece y a su fácil manejo ya que no suele pesar demasiado. Está compuesto por dos partes: el mango y la cabeza. Por un lado el mango puede ser de diversos materiales como madera, plástico etc… Por el otro la cabeza está, a su vez, dividida también en dos partes: en un extremo se encuentra la zona de golpeo que tiene una forma cuadrada y al otro tiene una cuña para tareas más delicadas.

Martillo de bola

El martillo de bola se utiliza para tratar metal y para remachar. En cualquier trabajo de forja, cerrajería o mecánica nunca falta este tipo de martillo. Al igual que todos los martillos está compuesto por dos partes: mango y cabeza. El mango suele ser de madera o de fibra de carbono, lo cual lo hace muy ergonómico y lo dota de gran sujeción.

La cabeza del martillo de bola tiene una parte en forma cuadrada y la otra en forma de bola, de ahí su nomenclatura. Esta es la parte más significativa de este tipo de martillo ya que es la más importante para dar forma al metal.

En la mayoría de los trabajos en los que este martillo se ve implicado también se trabaja con un cincel. La presión ejercida por uno y otro suele dar resultados muy efectivos. Cabe destacar que debemos estar previstos de sistemas de seguridad siempre que trabajemos con el martillo de bola, especialmente, porque pueden saltar pequeños trozos de metal que dañen los ojos, brazos, manos, etc.

Martillo de uña

El martillo de uña es otro de los martillos que nunca falta una caja de herramientas. La cabeza está compuesta por dos partes, la uña o cotillo y la zona de golpeo. La uña o cotillo es una especie de garra más o menos afilada y la zona de golpeo es una pieza redonda (a veces también cuadrada) muy maciza.

Se utiliza principalmente para extraer clavos pero, ¿quién no ha usado este martillo alguna vez para solucionar algún problema que no sea extraer un clavo? Nos ofrece infinidad de prestaciones por eso es de los más empleados en cualquier trabajo o proyecto de bricolaje.

Mazo

Es el típico martillo que dibujarías o que aparece en los dibujos animados. Su uso es muy común porque se suele utilizar para tratar materiales que no aguantan tanta fuerza o presión. Por este motivo el material de este tipo de martillos es nylon y su cabeza es mucho más suave que la del resto.

Se suele utilizar en albañilería para demolición de tabiques, ya que este material suele ser muy blando.

Martillo de chapista

Este tipo de martillo también recibe el nombre de alcotana. Sirve principalmente para reparar y alisar chapas metálicas. En este caso existen varios tipos de martillos de chapista, desde martillos con con puntas planas hasta martillos con puntas fresadas. La cabeza de este martillo tiene los dos extremos habilitados para golpear y dar mejor forma a las chapas.

Martillo de hacha

El martillo de hacha es ideal para trabajos en los que necesitamos mucha precisión. La parte de golpeo se suele emplear en chapas o metales y la de hacha para realizar cortes precisos durante la tarea que estés llevando a cabo. El mango suele ser de madera para facilitar la sujeción de la herramienta durante el trabajo.

Ya conoces los principales tipos de martillos que existen o, mejor dicho, los más utilizados. Ahora solo tienes que escoger los que mejor se ajusten a tus necesidades y proyectos de bricolaje.

Fuente: https://www.cadena88.com/