La sostenibilidad en la construcción de las viviendas y las reformas de las mismas es una cuestión que cada vez adquiere más importancia. Los materiales que se usan, así como los recursos posteriormente para vivir en ellas, deben garantizar el equilibrio entre cuidado del medio ambiente, bienestar social y crecimiento económico. Los expertos de Habitissimo afirman que es posible hacer reformas sostenibles y dan algunas claves para hacerlo: “Evidentemente, si empezamos de cero una vivienda será mucho más fácil integrarlas, pero incluso en las pequeñas reformas se puede contribuir”.
La madera como material imprescindible. En una reforma, en la medida de lo posible, es importante usar los materiales más naturales. Así, una de las posibilidades que señalan los expertos es cambiar la carpintería exterior con ventanas de madera que estén certificadas con el sello FSC, con rotura de puente térmico y doble acristalamiento con cristal inteligente, lo que ofrece un mayor aislamiento. En el caso de la carpintería interior, también existe la posibilidad del uso de esta madera en puertas macizas, certificadas por sistemas para una gestión de bosques sostenibles y que generen menos emisiones de CO2 en su fabricación.
La madera también puede ser utilizada en muebles o cubrir suelos con tarima tipo parquet con acabados sin disolvente, que son más sostenibles. Una de ventajas de usar madera en la vivienda es que es un bien aislante térmico, que ayudará a tener menos temperatura en verano y más en invierno.
La ecoclimatización. Los recursos a la hora de calentar las viviendas tienen una huella importante en el medio ambiente. Por tanto, si se quiere conseguir una casa más sostenible, “sería interesante invertir en reformas que, en la medida de lo posible, nos acercaran a una apuesta más eco”, señalan los expertos de Habitissimo, como, por ejemplo, estufas de pellets. Se tratan de una alternativa sostenible, ya que usan combustible renovable a base de resto de madera, además, son una opción más económica que otros combustibles. Este tipo de estufas permiten un alto nivel de confort, ya que una carga de combustible puede durar hasta tres días.
Sustituir las bombillas por tecnología led. El uso de tecnología led para la luz es una opción más eficiente y duradera y, además, puede llegar a proporcionar un ahorro de hasta el 90% respecto a las bombillas halógenas. Además, no contienen mercurio ni plomo, no producen radiaciones ultravioletas, consumen menos CO2 al consumir menos energía y los componentes son reciclables. Para ir un paso más allá, los expertos recomiendan colocar detectores de movimiento y reguladores repartidos por la casa.
Pintura más ecológicas. Si la reforma llega de la mano de la pintura de las paredes, hay materiales más ecológicos de los que se usaban anteriormente. Están las pinturas marcadas con Ecolabel europeo, lo que asegura que son ecológicas. Se trata de unas pinturas con menor impacto ambiental en el ciclo de vida del producto y un bajo número de disolventes, además, no llevan metales pesados. Las pinturas plásticas al agua lisas en paredes y techos pueden ser sin plomo y sin compuestos orgánicos volátiles, algo beneficioso para el medio ambiente y la salud.
Electrodomésticos de bajo consumo. La sociedad está cada vez más concienciada con el uso de electrodomésticos de bajo consumo. Es obligatorio que frigoríficos, lavadoras, secadoras, lavavajillas, hornos, televisores, aires acondicionados o aspiradoras, es decir, cualquier electrodoméstico, muestre la etiqueta energética. Hay que fijarse en la calificación energética y “optar así, en la medida de lo posible, por aquellos que tengan una calificación A+ o superior. Es una forma muy rápida y sencilla de conocer el nivel de eficiencia energética de los aparatos”
Fuente: https://www.eleconomista.es